A los niños les cuesta mucho compartir, pero seguro que disfrutan teniendo que beber todos de un jarrón gigante lleno de zumo. Por una vez no les importará que sea solo un zumo para todos. Eso sí, cada uno con su pajita, identificada con su nombre, con banderas, con formas, con colores….
Y así dejaremos de tener vasos de plásticos desperdigados por la fiesta. ¡Compartir es divertido!