Es curioso que muchas personas busquen en internet ideas para hacer cabeceros fáciles. Debe ser que nos cuesta comprarlo y preferimos hacer nosotros mismos. Sinceramente, mi también me pasa. Cambié hace poco mi habitación y quería un cabecero cómodo y fácil de hacer. Sobre todo mi prioridad era que fuera confortable para poder sentarnos a leer. Además, los niños se acercan a nuestra habitación por la mañanas los fines de semana y siempre remoloneamos un rato, jugamos y charlamos. A veces son un poco brutos y me daba miedo que se hicieran daño con uno de madera.
MATERIALES PARA HACER UN CABECERO FÁCIL Y CONFORTABLE:
- Tabla de madera. Las de aglomerado son las más baratas.
- Espuma de unos 2cm de grosor.
- Tela guateada y acolchada. La aterciopelada se limpia fácil con un cepillo.
- Pegamento de montaje (opcional) o de tela.
- Tijeras
- Grapadora de tapicero. No hace falta una muy especial
- Embellecedor de tachuelas de metal (opcional).
No tenía muy claro qué poner encima del cabecero pero me regalaron estas estanterías de ratán y aunque tenía un montón de sitios donde ponerlas, probé en esa pared. Y de momento me encaja. No sé lo que durarán porque siempre tengo nuevos planes. Coloqué algunas láminas, entre ellas una que me hizo «Do good do you» a mano de mi ciudad natal, que me encanta.
PASOS PARA TAPIZAR UN CABECERO TÚ MISMO:
Bien, pues aunque tengáis el vídeo que es muy explicativo os cuento por aquí los pasos que seguí. Por supuesto vosotros siempre podéis hacer variaciones.
1.- La medida de mi tabla era de 90x190cm, pero todo depende de la altura que le queráis dar y del ancho de vuestra cama. Compré también 2,30 metros de espuma y pegué un poco de pegamento en la tabla (no hace falta sobre toda la tabla, con pincelar en algunas zonas suficiente) para que la espuma se adhiera a la tabla y así no deje aire y se «infle».
2.-Recorté el sobrante de los extremos de la espuma, dejando solo sobresalir de la tabla unos 25cm, lo cuales doble y grapé hacia el interior estirando bien para no dejar arrugas.
3.- Repetí la misma operación con la tela acolchada. Con ella tuve más cuidado de que no quedarán arrugar. Volví a grapar todo el contorno. De esta manera ya tenemos el cabecero tapizado muy fácil
4.- La parte trasera se puede dejar tal cual, aunque no sea muy estética o bien tapar también pegando otra tela, por ejemplo fieltro.
5.- Por último decidí poner una tira decorativa de tachuelas para tapicería. Ahora venden unas que son una maravilla, no hace falta clavar de una en una porque ya viene una tira con las chinchetas. Solo hace falta clavar una cada seis. Se tarda muy poco y es facilísimo.
6.- En cuanto a las patas. Si sois muy manitas podéis comprar unas de la altura que queráis en algún centro de bricolaje y anclarlas en la parte inferior (o incluso pegarlas). Otra opción si vuestra tabla es fina y no pesa mucho es poner el cabecero directamente en la pared. Si tampoco os encaja la idea siempre podéis poner unos ladrillos o algún tipo de soporte alzador (bajo la cama no se verá), pero es una idea para salir del paso. Y, como último recurso, dejar el cabecero directamente apoyado en el suelo, eso sí, tendréis que limpiarlo más a menudo porque cogerá mucho polvo y pelusa.
Bueno, espero que os haya servido de inspiración y que os animéis a hacer el vuestro. Podéis contarme vuestras ideas. Seguro que hay más de un proyecto de cabecero por ahí. Y ya sabéis, si buscáis más ideas de decoración casera, podéis ver mis tutoriales aquí.
